jueves, 21 de agosto de 2008

Crianza

yo colocaba una nube naranja de plastico en uno de esos botones a presion de tu saquito beige, despues bailabamos al ritmo de musica en vinilo, eran sonidos salidos de un dia de juegos de infancia, dichos ruiditos eran juguetes raspando contra el suelo, arboles de goma siendo llovidos con regadera azul, peluquines brillantes rosados puestos en diferentes cabezas(porque son intercambiables, vos que no habias jugado) y entonces hablabamos de como superar esto llamado cambio mental, o quizas trascendencia universal, o quizas comprarse un sombrero y corbata antes de salir a comer pasto, pero eso si, habia tanta decoracion que no daba lugar a palabras, ante todo una sonrisa un poco timida por ser nueva, o quizas por no ensuciarla del humo que conlleva la calle, entonces el cuarto pobre era un palacio de carton pintado en la forma mas bella posible, aun sabiendo la primer lluvia derrumbaria todo aquello, nada importaria si en el recuerdo quedaria la presencia calida de los pequeños arreglos que supiste ordenar.
todo eso fue despues de la repetitiva pesadilla de empaquetar shampu en cajas gigantes.pero siguiendo con la lista de sucesos, tambien observaba unas fotografias de mi a los 9 años donde lucia prendas azuladas de lana, y de tanto peinar el acostumbramiento.ah si, el boton del saquito era rojo, como olvidarlo.tampoco puedo obviar la caminata por el puente que resultò ser un arco iris de cemento , por debajo un rio , o eran nubes, no lo se, a veces se te olvida, luego a los 65 años recordas, dada mi experiencia con relatos de niños dadaistas consumidores de pastillas para dormir.asumo mi facilidad para la melancolia prefabricada, la mia viene en sobres con aroma a parra , pero lo importante seria descubrir quien esta detras de esto, un director de cine con problemas conyugales, que quizas fuese al psicologo en busca de respuestas rellenas de manuales para vivir, o libros de autoayuda , de esos que te hacen deprimir llegando a conclusiones absurdas dignas de mujeres fascistas en las aventuras de como armar un llavero con el dinero de mi marido el fascista.una vez un gato me arrojò una rata en la cabeza mientras pasaba por debajo de su balcon, donde no abundaban las macetas.La rata estaba muerta y no pude distinguir si se trataba de una hembra o un macho.

1 comentario:

mimo dijo...

en sobres con aroma a parra
un mirar hacia arriba y las avispas en las uvas, una vez llovieron hormigas, la abuela hacía dulce, dulce de homiga y uva
todo lo que puede empezar en la grieta de una baldoza, yo las miraba de cerca, como tener sapos en los ojos, o dos chiquititos uno mismo,
después el atardecer y ya empieza a hacer frío, las manos con tierra después van a tener manteca o dulce de leche